Se engloban en la denominación de sujetos afectados por dificultades del aprendizaje inteligencia inferior a la media, discapacidad, falta de motivación, déficit sensorial o pertenencia a minorías étnicas o culturales, presentan resultados curriculares inferiores a la media, siendo destacado su retraso y dificultad en alguno de los aprendizajes instrumentales: lectura, escritura o cálculo. Se cree que esto se debe a trastornos en el sistema nervioso central. Las dificultades en el aprendizaje pueden ser temporales o permanentes.
Según el DSM-IV, para diagnosticar a un niño dentro del ámbito de las dificultades del aprendizaje ha de existir una discrepancia entre su nivel de inteligencia y sus resultados académicos.
El diagnóstico psicopedagógico, en el contexto de la Educación, es un juicio sintético del aprendiz que requiere tratamiento didáctico para el mantenimiento y mejora de su capacidad de aprendizaje y desarrollo mental. Su objetivo es identificar si el educando presenta necesidades educativas especiales.
Tal diagnóstico implica tres fases:
- La apreciación del progreso del alumno hacia las metas educativas establecidas.
- La identificación de los factores que pueden interferir el óptimo desarrollo individual de los escolares, en la situación de aprendizaje.
- La adaptación de los diversos aspectos de la situación de aprendizaje, a las necesidades y características del que aprende, en orden a asegurar su desarrollo continuado.
Los maestros de la educación básica que identifican dificultades en la caligrafía, marcada disortografía, pobreza de vocabulario, falta de expresión oral o escrita, lectura mecánica defectuosa o escasa comprensión lectora se preguntan si estos niños están presentando dislexia.
Para el caso de la discalculia se observan dificultades:
- En el aprendizaje de las nociones básicas de clasificación, correspondencia, equivalencia, número natural, conservación, reversibilidad.
- Errores abundantes en la lectura y escritura de cifras, e incomprensión de la serie numérica.
- Errores en las operaciones, con números naturales, fraccionarios o decimales, no imputables a fallos de memoria, sino a un claro desconocimiento de su significado.
Se habla de dislalia funcional cuando hay alteración en la articulación de la palabra, debido a una mala coordinación de los movimientos necesarios para la articulación de ciertos fonemas.